martes, 21 de octubre de 2014

Emilio Saavedra Alcalá: Un escritor apasionado de la Historia publica "Tumbas olvidadas"






Emilio Saavedra Alcalá: Tumbas olvidadas.


Emilio Saavedra Alcalá (Toledo, 1957) ha publicado una nueva novela Tumbas olvidadas. Entrelíneas  Editores, Madrid 2014. Ingeniero Técnico de Telecomunicaciones este escritor siente una profunda pasión por la Historia. Por esta razón  cada vez que siente la necesidad de fabular una novela además de elaborar y recrear a sus personajes  mostrándonos  sus sentimientos, sus anhelos, sus ambiciones, su condición humana en definitiva, trata de situarlos dentro de un contexto histórico real y, para ello, Emilio Saavedra Alcalá se documenta de tal forma que sus personajes ficticios, sus protagonistas de novela, al ensamblarse con el hecho histórico acontecido, se funden con la Historia tan acertadamente que viven dentro de ella como si de unos personajes reales se trataran.

En Tumbas olvidadas podemos leer: “El 25 de abril de 1915 una fuerza aliada formada por ingleses, franceses, coloniales, neozelandeses y australianos desembarcaban en las playas turcas de Gallípoli. Con ello, el Alto Mando aliado esperaba eliminar de un plumazo a un insignificante, pero molesto, enemigo (…) Sin embargo, el denostado ejército turco luchó con tal bravura y desprecio por la vida que supo mantener sus posiciones sin apenas ceder un palmo de la agreste y estéril tierra que sólo a ellos importaba; convirtiendo, tras los primeros combates, a los atacantes en atacados y a los sitiadores en sitiados;”
"El protagonista de esta historia es Andy Rowland, uno más de los trescientos mil soldados –la mayoría muy jóvenes- que se alistaron porque su país así se lo pedía y en defensa de unos valores y unas gentes que desconocían."

"Andy Rowland nunca existió, pero pudo haber sido cualquier joven del ANZAC (Australiam and New Zealand Army Corp) que luchara, sobreviviera o cayera en un asalto a la bayoneta entre las zarzas y roquedales de Gallípoli, o que, tras casi cuatro años de ininterrumpido servicio en multitud de frentes, volviera a su país marcado y transformado. Convertido en un hombre muerto por dentro.."
 
El interés de Emilio Saavedra Alcalá por el estudio de algunos acontecimientos que pudieron cambiar el curso de la Historia le ha llevado a escribir Tumbas Olvidadas, en la que no son las batallas ni las grandes epopeyas los verdaderos protagonistas de la historia, sino aquellos sentimientos encontrados que sufrieron tantos millones de jóvenes durante su experiencia bélica.

Todas sus novelas, esta es la cuarta que publica (aunque Emilio escribe desde ya hace muchos años, en 1973 obtuvo un premio de relatos), las ha recreado, y todas con fidelidad, dentro de un episodio o tiempo histórico, reflejando fielmente los acontecimientos históricos y recreando  dentro de ellos la historia de sus personajes de ficción como  el de Antonio Enríquez protagonista de su primera novela titulada 

Razones de estado (Madrid,2011) que nos relata la historia de un siervo de la gleba llamado Alonso del Bosque  que se hace llamar Antonio Enríquez, un hombre   que, tras mil peripecias, “entra al servicio de Antonio Pérez, Secretario Real (de Felipe II), como guarda personal. Bajo sus órdenes vivirá una vida holgada, convirtiéndose en el principal cómplice de las traiciones cometidas por la ambición de su señor y la princesa de Éboli. Al amparo de la voluntad del rey y el oscuro poder de don Antonio Pérez cometerá mil tropelías, incluyendo muchas de sangre, acabando con el asesinato de don Juan de Escobedo, Secretario de don Juan de Austria.”
“Razones de Estado es la historia de múltiples traiciones: traiciones de un rey justo, de un ministro corrupto, de una falsa amante, de un ambicioso militar y finalmente las de un simple lacayo movido por la venganza y la codicia.”

 

Las tres carpetas (Madrid, 2012) fue su segunda novela. Un desengañado capitán del Estado mayor, un joven aspirante a maestro y un humilde carpintero que en circunstancias normales tendrían poco o nada en común, viven envueltos en la tragedia que, para todos, supuso la Guerra Civil española son tres vidas unidas y zarandeadas por un mismo y caprichoso azar. Tres relatos independientes que describen, dentro del contexto histórico de nuestra guerra civil y su postguerra, a tres personajes, dos de ficción y uno real, cualquiera de ellas pudo serlo, arrastrados  por un mismo y aciago destino.

Las raíces de la encina (Madrid, 2013), su tercera novela es la “historia de la creación de un pequeño pueblo que, en desigual lucha contra su antiguo señor y aquellos a los que no interesaba su existencia, supo renacer una y otra vez de sus cenizas amparado por la fuerza que le imprimían la ley y la razón.”
El autor con el Alcalde de San Sebastián de los Reyes , Manuel Ángel Fernández, La concejal de Cultura Mar Escudero y el que fue archivero municipal Santiago Izquierdo, hoy Cronista del municipio.
Una época en la que se puso fin al poder nobiliario y dio leyes y futuro a los vasallos, fue durante el reinado de los Reyes Católicos, un tiempo cargado de luces y sombras, sombras como su apoyo a la Inquisición, la aniquilación de la cultura nazarí o la expulsión de los judíos, y luces como la unificación de España, el descubrimiento de América o la ley de libertad del vasallaje. 


Las raices de la encina está situada en este contexto de libertad de vasallaje Emilio Saavedra  Alcalá  sitúa sus personajes de ficción junto a personajes históricos, reales como los de un grupo de pastores, encabezados por Pedro Rodríguez  “el Viejo”,  que  apoyándose en el Derecho de Realengo avalaría su libertad y fomentaría sin reparos la fundación de una aldea a la que dieron por nombre el del santo de una ermita del lugar (San Sebastián) agregándole de los reyes por Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, llamándose por ello San Sebastián de los Reyes.

Así pues Emilio Saavedra Alcalá nos ha recreado partes de la Historia tales como la del SXV con los Reyes Católicos y la fundación de un pueblo, la del S XVI con Felipe II y su Secretario Antonio Pérez, la de nuestra guerra incivil y su terrible postguerra y parte de la Gran Gerra de 1914 con las tropas australianas y neozelandesas en la batalla de Gallipoli, Turquía y todo ellos introduciendo de una manera amena una serie de personajes ficticios, elaborando unas tramas, dentro de la historia real, entretenídas , ágiles y que bien pudieran haber sido veraces.

Pero regresemos, para finalizar, a Tumbas olvidadas, su cuarta novela. En su prólogo, escrito por Marín  Bello Crespo, General de Brigada de Infantería . Antiguo jefe de la Brigada Multinacional  “Salamandra” en Bosnia Herzegovina nos dice: “La primera guerra mundial no fue sólo un conflicto entre europeos; los habitantes de sus colonias fueron también protagonistas y víctimas. 

En  el caso de Australia y Nueva Zelanda centenares de miles de jóvenes originarios  de territorios del entonces Imperio Británico y de otras partes, descendientes de gentes de toda condición que habían emigrado a las lejanas tierras australes para buscar y construir su futuro, se enrolaron con entusiasmo en sus ejércitos para participar en un conflicto ajeno (…) embarcándose en la gran aventura de sus vidas.”


Finalmente  acabaré con una cita del periodista Manuel Leguineche, del que habla  Marín Bello Crespo que nos dice: “En la guerra todos pierden”, las tumbas olvidadas en Gallipolis y aquellos que pudieron regresar a sus hogares. Como Andy Rowland que siendo pura ficción del autor bien pudo haber sido uno de todos los supervivientes “perdedores” de aquella gran guerra de 1914.



Tumbas olvidadas es una buena novela de acción que se lee con entretenimiento e interés y es también una novela de reflexión sobre la condición humana.
Emilio Saavedra Alcalá  es también en la actualidad colaborador de la revista Madrid Histórico.

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