martes, 10 de marzo de 2015

Antonio Capilla: El águila de fuego con las alas del tiempo





Antonio Capilla: El águila de fuego con las alas del tiempo



Antonio Capilla Loma (Cantillana, Sevilla, 1954) estuvo en Sanse dando una lectura de su libro El águila de fuego con las alas del tiempo (Huerga & Fierro editores, Madrid, 2013). Aunque sabíamos el uno del otro no habíamos coincidido hasta ese día. Yo conocía su blog La voz que nadie apaga y entraba de vez en cuando a leer alguno de los poemas de este poeta humanista que como dijo José Paulino Ayuso en el prólogo de este libro: es de la estirpe machadiana del amor, que pone a la vez en práctica  lo que Unamuno escribió: “Amar es simbolizar, resumir…crear leyendas” Y en su humanismo, un poeta riguroso, que recupera y restaura esta otra afirmación unamuniana: “Un poeta es el que desnuda con el lenguaje rítmico de su alma.

También Unamuno dijo: Piensa en sentimiento, siente el pensamiento. La poesía de Antonio Capilla, tremendamente humana, está llena de pensamiento y de sentimiento y como humana poesía anda inmersa en el tiempo que, como hombre y como poeta, le toca vivir y, por ello, convierte su palabra poética en testimonio de vida, que diría Pepe Hierro, en arma cargada de futuro que respondería Gabriel Celaya (¿verdad Amparitxu?, tú, que me hablabas de tiempos pasado en los que barriste tanto… seguro estoy de que este poema de Capilla te gustaría):

XIII La escoba

Eres hilo del tiempo tan delgada / en manos que te abrazan  firmemente, / y eres fuerza del justo y su llamada / en contra del corrupto impenitente. ///
Eres fuego que arrasa, llamarada / de pureza en el lodo del ambiente, / rectitud en la mano acrisolada / del hombre que es íntegro y valiente. ///
En el mundo eres fuerza que va y viene / en tu afán de limpiar de toda huella / el detrito que el guante blanco tiene.///
Doncella, res el arco verdadero / de la mesa más noble que sostiene / de la palabra el dardo justiciero.



Ambos tendrían razón y, en cualquier caso, ante la mirada observadora de Antonio Capilla se presenta la palabra cargada de emoción, clara, directa, lírica, imaginativa, con la difícil sencillez de quien conoce la norma y conoce el ritmo, la cadencia de la música de la palabra, y la pone al servicio del hombre.  . 

Una pequeña puntualización a modo de pregunta para Antonio Capilla: ¿Por qué escribir con mayúscula el inicio de todos los versos?

Pero volvamos a su poesía una poesía que escribe, me parece a mi, De frente y al sesgo que decía don Antonio Machado, es decir: de para que todos la entiendan, al sesgo para que los lectores busque más interpretaciones: Tú  sientes en tu voz la voz del ser/ que es fuego en la palabra, / el fuego prometeico que han sabido / hurtárselo a los dioses los poetas / para entregarlo al hombre.



El poeta, en esta ocasión, nos ofrece un poemario lírico, rítmico y, como siempre, humano, con amor, sueño y compromiso: Solo, vas  recreando un universo / de palabras que bullen en tus venas. 
(…)
Que tu voz nos sacuda las montañas / denunciando atropellos y miserias; /que tu canto nos alce a la más alta / poesía, nuestro afán y nuestra meta.

 Un poeta, Antonio Capilla, repito, que conoce y maneja la norma con precisión y que lleva en la palabra la cadencia musical y la hondura en esa "difícil sencillez" del verso. No es sencilla mi expresión / aunque parezca sencilla / que el sol parece dar vueltas / y es la tierra la que gira.



Antonio Capilla Loma Reside en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Licenciado en Filología Hispánica  la Universidad Complutense de Madrid y Diplomado en Magisterio en la especialidad de Lengua y Literatura . Se ha dedicado a la labor docente durante más de 30 años a la vez que cultiva la creación poética.
Además de colaboraciones en revistas y antologías, ha participado en recitales de poesía  por diversas ciudades de España.

Entre otras obras ha publicado  Canto de la infancia y doce poemas de amor. Comunicación Literaria de Autores, Bilbao, 1985. Y el corazón al viento. Ediciones de Autor, 1991. Viento del sur, Huerga y Fierro y  El fuego en la palabra,  Huerga y Fierro Ediciones, Madrid, 2012.



No hay comentarios: